En la antigüedad la teoría del color era intuitiva para los artistas fuertemente cargado a lo tonal. No fue, si no, hasta el siglo XVII y XVIII, donde comienza a considerarse una técnica, propiciando su estudio y aplicación y adoptando el carácter colorista que actualmente posee.
Los colores son sensaciones de luz; la luz es color, y es así como, si captamos el color real de las cosas o el color natural que poseen y lo reproducimos integro en un cuadro, estaremos pintando la luz.
Cuando hablamos de pintar la luz, debemos saber trabajar el color, esto es algo que se aprende por medio de la observación y el basto conocimiento de la teoría basada en la roza cromática, compuesta por el conjunto de colores básicos como lo son los primarios y otros mas elaborados como los secundarios, terciarios y cuaternarios.
Los colores primarios son aquellos colores que no podemos hacer mediante mezclas, estos son el rojo, el azul y el amarillo.
La mezcla de los colores primarios entre sí, produce lo que llamamos colores secundarios; estos son, el carmín o anaranjado, el verde y el violeta; y la mezcla de los secundarios con un primario da lugar a los colores terciarios que son los mas frecuentes en el mundo real-natural.
Dentro de los colores terciarios tenemos una clasificación dividida en dos grupos, los primeros son los terciarios activos y los segundos los terciarios neutros. En un terciario activo, el color primario forma parte del secundario, es decir, por ejemplo, mezclaremos el color primario amarillo con el color secundario anaranjado ( amarillo + rojo ); obtendremos así un color amarillo medio vibrante. En un terciario pasivo o neutro, el color primario es el complemento del secundario, vale decir, mezclaremos el secundario anaranjado con el azul, lo que producirá un tono amarronado.
Los colores cuaternarios son de escasa utilidad, demasiado pardos y poco tolerantes a las mezclas con blancos; es el producto de la unión entre dos terciarios o dos secundarios entre si, por ejemplo, en el caso de los secundarios obtendremos la siguiente gama de colores:
- violeta + anaranjado =
- violeta + verde =
- verde + anaranjado =
* siempre considerando los colores mezcla en partes iguales.
Los colores en la rosa cromática están dispuestos de forma circular con el fin de simplificar la apreciación de lo que se denomina colores complementarios. | Matices o tonalidades
Con tantas posibilidades de combinación cromática era preciso buscar algún sistema que ordenara todas las manifestaciones de color. De ahí surgen muchos sistemas que se utilizan artísticamente en la pintura y en la impresión. Uno de los sistemas de mayor aceptación por eliminar el componente del lenguaje es el de Alfred Hicketier, el cual desarrolló un sistema cromático basado en porcentajes de los tres colores primarios de la materia. El primer número es el porcentaje de amarillo, de 0 a 9; el segundo el magenta (al que llama rojo), y por último el cian (al que llama azul). Así, según este sistema el 0 es la ausencia del color (blanco). El 9 el color saturado. Entre ambas cifras (1 a 8) se hallan los diferentes grados de saturación (de más claro a color máximo). El 900 indica un amarillo saturado, el 090 indica un magenta saturado, y el 009 indica un cian saturado. El 600 indica un amarillo medio, y el 100 indica un amarillo clarísimo. El 990 indica una mezcla saturada de magenta y amarillo, lo cual nos ofrece el rojo muy saturado. El 330 representa un rosa pálido. Etc. El 999 corresponde al gris saturado (teóricamente negro). El 000 corresponde al blanco. Para averiguar el color complementario utilizando este sistema basta con restar de la cifra (color) escogida el total para obtener el complementario:
- 230-999= -769.
- El 769 es pues el complementario del 230 ya que sumados dan 999.
El mismo sistema se puede utilizar en la síntesis aditiva de la luz, aunque mediante el rojo, verde y el azul (RGB). |
No hay comentarios:
Publicar un comentario